La Congregación de las Siervas del Corazón de María nació del espíritu misionero de su Fundador, el Reverendo Padre Francisco Juan Bautista Delaplace, C.S.SP.
Director de la obra de la Sagrada Familia fundada en París en 1855 para la evangelización de las familias afligidas por la pobreza, el padre Delaplace se sintió impresionado por el triste estado de las familias reducidas al desempleo y a la miseria de todo tipo. La ignorancia religiosa de los niños de esta clase desfavorecida le preocupaba y concibió un plan para asegurarles los beneficios de una educación cristiana.
Para llevar a cabo su proyecto, recurrió a Juana María Moisan, de cuyo espíritu de fe y generosa devoción se había dado cuenta. El 19 de marzo de 1860, el padre Delaplace inauguró una organización benéfica para huérfanas y niñas abandonadas, cuyo número siguió creciendo. Otras compañeras se unirían a Juana María Moisan para ayudarla. Apenas unos años después del comienzo de la Obra, estas mujeres expresaron el deseo de consagrarse enteramente al Señor.
El proyecto del Padre Delaplace, concebido al principio como una obra de caridad, se convirtió, por el plan de Dios, en una nueva Congregación religiosa. En 1865, se estableció una regla de vida. En 1867, los aspirantes adoptaron un nombre religioso. Juana María Moisan, la fundadora, hizo su consagración pública y tomó el nombre de Madre María del Santísimo Sacramento.
“He dado el primer paso…habrá otros.”FD
Padre Francisco Delaplace
Juana María Moisan
La Congregación creció y se extendió en Francia (1860), Estados Unidos (1889) y Canadá (1892). En 1902, fue reconocida oficialmente por la Iglesia. Hoy en día, las Siervas del Corazón de María continúan la labor de los Fundadores en Cuba (1950), Camerún (1953), Argentina (1963), y en el Congo (RDC) (2015).
Las Hermanas llegaron al poblado de Caraballo, en La Habana, Cuba, el 12 de mayo de 1950, a petición de los Padres de las Misiones Extranjeras de Canadá. En ese momento eran cuatro hermanas canadienses. El Cardenal Manuel Arteaga, arzobispo de La Habana, emitió un decreto autorizando a las hermanas a hacerse cargo de la escuela parroquial de Caraballo, así como la enseñanza del catecismo y la preparación de catequistas. Más tarde, una de las hermanas enseña a los niños de San Antonio de Río Blanco, primero en la escuela primaria y luego en el pre-escolar.
En 1951, dos nuevas hermanas canadienses se unieron a ellas y otras tres al año siguiente. Con la construcción del Colegio de San Antonio completada, se le confió a la SSCM la dirección del colegio y en 1953, la dirección del Colegio de La Sierra del Arzobispo. En 1961, el gobierno nacionalizó las tres escuelas. Sólo quedaron seis hermanas en el país, continuando su compromiso al servicio de la Iglesia cubana en la pastoral.
Ex-misioneras SSCM de Cuba con el Consejo general
Actualmente, son catorce hermanas cubanas y dos canadienses, repartidas en cuatro comunidades que pertenecen a tres diócesis: La Habana, Santiago de Cuba y Camagüey.
Miembros del consejo regional
Siervas del Corazón de María de Cuba
El noviciado abrió sus puertas en el mes de mayo de 1969 en Arroyo Apolo, en la Ciudad de La Habana, para la formación de las jóvenes que se sentían llamadas a la vida religiosa. La primera profesión tuvo lugar en octubre de 1971.
Años más tarde, en 1998, se trasladó a Santa Cruz del Norte, donde se continuaba la formación de las jóvenes que siguen presentándose.
La Hna. Clara Gagnon, canadiense, fue la primera maestra de novicias nombrada en 1968 para iniciar el noviciado, aún sin saber suficientemente el idioma. Fue en 1986 que la primera hermana cubana asumió la responsabilidad de la formación de las novicias. Actualmente la maestra de novicias es la Hna. Analís Muguira Marrero.
Los fundadores de las Siervas del Corazón de María, Francisco Juan Bautista Delaplace y Juana María Moisan que quisieron responder con fe y confianza a la llamada gratuita de Dios, buscaron encarnar a Jesucristo siguiendo el ejemplo de María, Sierva del Señor, en un servicio de la Iglesia a los pobres y desamparados.
Deseando compartir esta herencia, las Siervas del Corazón de María ofrecen la posibilidad de la afiliación a personas que deseen intensificar su compromiso bautismal en la Iglesia y conocer la Congregación, su historia, su espiritualidad, su carisma.
También le ofrecen la oportunidad de vivir con ellos tiempos de compartir la Palabra de Dios, de encuentros e intercambios fraternales.
Las personas llamadas a vivir la afiliación forjan fuertes lazos entre sí, desarrollan su espíritu misionero (Cooperadores) a favor de las personas necesitadas en diversos niveles (enfermos, empobrecidos, en búsqueda de sentido de la vida, en la ancianidad, etc.) y crecen en el amor a la Palabra (Oraciones) para llevar la justicia, la paz y el amor dentro de la Iglesia y el mundo.
Para estar cerca del pueblo, las hermanas se comprometen a través de las estructuras de la Iglesia local, colaborando con los laicos en numerosos proyectos:
Promoción humana: «Caritas», sopas populares, talleres de costura.
Formación de multiplicadores: catequesis, animación de la pastoral de jóvenes, misioneros, etc...
Animación pastoral: en la parroquia y en grupos de adolescentes o jóvenes adultos.
postolado de la escucha: visita a los enfermos, acompañamiento espiritual, educación de la fe a todos los niveles de edades.
Presencia en 22 centros de animación pastoral (parroquias rurales, comunidades cristianas sin templo, casas de misión)
Casa regional:
Calzada de Bejucal No 2317
e/ Woodbury y Franklin
Arroyo Naranjo
La Habana, zona postal 10900
Cuba
Contacto : Tania Linares Medina